El Shaitân está muy preocupado de desviarnos y sacarnos del Dîn de Allah, embelleciendo para nosotros los pecados, tanto que incluso pueden llegar a ser de las obras más queridas para nosotros y haciendo pesadas nuestras obras obligatorias, con la constante preocupación de que no las hagamos.
Él nos tira sus flechas de todos lados:
1.- Si ve que alguien quiere hacer una buena obra tratará de impedirlo; si no lo logra, llegará por otro lado tratando de convencerlo que lo haga en exceso, tanto que llegue a sentirse grande por encima de las demás personas, y lo induce a la soberbia para hundirlo aun más.
2.- Si no logra desviarnos por el lado de cumplir con las obligaciones, lo hará a través de cometer pecados, al principio tratando de hacer que cometamos los más grandes y repudiables pecados para que nos lleven a la incredulidad, si no lo logra nos hace caer en pecados menores y lo induce a la asociación;
3.- Y por último, si no lo logra de las dos formas anteriores, hará que en frente de nosotros nuestros pecados se vean tan pequeños que estos se hagan habituales y nos acostumbremos a ellos, sin ver el verdadero pecado, entonces una y otra vez tratará de hacernos caer en más pecados hasta que finalmente salgamos del Dîn -que Allah nos proteja-
Narró Sahl Ibn Sa‘ad (radiallâhu ‘anhu) que el Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo:
“El ejemplo de estos pecados insignificantes es como el ejemplo de unos viajeros que bajaron a descansar en un valle y se dispersaron para juntar leña; cada uno volvió con apenas un palito, pero cuando encendieron todos los palitos juntos pudieron cocinar y hacer su pan. De igual forma en conjunto quemarán sus pecados insignificantes a quien los cometa”.
fuente: islamchile@groups.msn.com
1 comentario:
BIENVENIDA A TEMUCO
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