Se cuenta que hubo una vez un hombre que quería hablar y ver a Dios,
por ello salía al campo y suplicaba:DIOS, HABLAME
Las aves cantaron sus mejores cantos, Pero el hombre no los escuchó.
El hombre repitió:DIOS, HABLAME
Un rayo rasgo el firmamento y el trueno lo siguió, pero el hombre no oyó nada.
El hombre miró al cielo y dijo: DIOS, QUIERO VERTE
Las estrellas engalanaron el firmamento, pero el hombre no se dio cuenta de ello.
El hombre alzó la voz y dijo:DIOS, quiero ver un milagro.
Una yegua dio a luz un potrillo, pero el hombre no sintió el latir de esa nueva vida.
El hombre lloró y se desesperó:DIOS, déjame saber que estás a mi lado.
Un pajarito se posó en su hombro y el hombre, de un manotón, lo espantó.
Cansado y triste, Continúo su camino, Dios, no le había hablado ni dejado que lo viera…
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